Estas jóvenes mamás, junto con sus niños, algunos en coche y otros ya más grandes caminando solos – del Hogar de Madre Adolescente de la Fundación junto con sus educadoras, para compartir momentos de alegría, convivencia y liturgia.
Los primeros días de Diciembre vinieron a bautizar a una pequeña Amelia, a quien le habían elaborado un hermoso recuerdo que repartieron a los presente y nos dejaron también a nosotros.
Luego, pocos días antes de Navidad, celebraron también una hermosa Liturgia en torno al Pesebre, preparada con mucha dedicación y cariño. A continuación tuvieron un encuentro festivo con torta y otros alimentos, unas golosinas y entrega de regalos.
En ambas celebraciones fue muy hermoso contemplar a esas jóvenes con sus hijas o hijos, aprendiendo a quererlos de verdad y a darles lo mejor de ellas, a pesar de las duras situaciones que les ha tocado vivir.
También ellas se han sentido acogidas y contentas en nuestra casa, y a través de estos encuentros hemos ido creando vínculos cercanos de apoyo y colaboración con esta Fundación.